Donde estas Amor




Qué es el amor?


Quimica dice la ciencia, simple y previsible quimica. Descargas neuronales, la electricidad al servicio del deseo, hormonas que bullen y alteran el sistema nervioso, mensajes que recorren las glandulas produciendo adrenalina y noradrenalina. Aumenta la presión arterial, el corazón se acelera, explotan y se multiplican los globulos y aumenta la capacidad muscular, un estado de imbecilidad transitoria gestado en nuestra propia cocina que, como una borrachera, nos dejara sin duda la resaca del deseo sexual nunca complacido. La preparación del cuerpo para el parto, el aumento de la libido, sintomas del mal del amor, esa extraña enfermedad que tanto duele y de la que nadie escapa indemne.

Magia, pura magia dice la poesia. Una calle llena de nada, con chamizos hechos de jirones de la propia piel, ventanas cerradas por miedos, resquicios de luz que escapan del acolchado de la ingnota y atavica sensacion de desamparo.


El amor es un esclavo, que a todos pertenece, todos creemos, deseamos, soñamos con poseer, nos recreamos en sus ropas de colores, nos revolcamos en sus aguas calidas, bebemos de su fuente del placer, ignoramos los tributos a pagar, somos complacientes y generosos con él pero exigimos una lealtad que nunca nos puede garantizar, una lealtad patetica como el intento de mantenerlo ajeno a los demas, llenamos vacios de recuerdos, olvidos de sillas usadas, de pañuelos regalados, de lagrimas guardadas en la caja de los sueños. Armazón desvalido, pieza de artilleria que no sabemos usar, es un caballo tordo de plateadas crines sobre las que solemos descansar, una yegua embarazada de ilusion, un animal libre que intentamos domar.



Un rebelde, descarado que a nadie obedece que camina entre silencios y sombras, ajeno a nuestros llantos, dibujo sin trazos señalando un camino que no sabemos desandar. Jaulas de palabras, adornadas de lisandros y blancas flores del ayer, cerraduras oxidadas que el tiempo no supo usar. Corre libre entre lontananzas, inmune a las voces, a los gritos desgarrados del amante que a sus lomos desea cabalgar. Una fuente seca, una senda marcada, perfumada por los petalos caidos de las manos abiertas que no supieron el amor retener, que no pudieron abrazar la mañana. Una casa vacia, llena de luz apagada, de oscura costumbre, de recuerdos rasgados en el libro que nuca quisimos leer. Un grito ahogado contra la almohada, mordiendo las costuras de hilo que tejieron entre recuerdos del cuerpo amado los placeres de la soledad.



Un rio que une, en la tristeza de la vida en la alegria del vivir, el amor es una patetica broma de nuestra propia vida, nos permite, por una vez, llorar nuestra propia muerte, ser participe de la gran comedia que siempre acaba en funeral.



Un mar, de aguas calidas, rugientes aromas que expresan sus olas al llegar, el amor es una flor de trapo engullida por las profundidades, mecida por las corrientes indistintas y abismales del alma, claros y abiertos aires, sin colores sin aromas, sin luz solo impregnados de la sal de tu piel, suaves brisas de los tropicos, vientos alisios que elevan el cuerpo mientras se deja amar.



Una noche, el amor, es una oscura noche, bañada en hondos sinsabores, en quehaceres diarios del que se yo, del que diran, de las preguntas sin respuesta de las lagrimas de insomnio de la largas charlas con tu otra vida, con el otro lado de tu mundo alla donde se encuentre, sea cual fuere la playa donde tu mensaje debe llegar.



Si yo supiera que es el amor, entonces, solo entonces podria decirte porque de esta, mi forma de amar. Si yo conociera el camino, si supiera cual es mi destino, podria entonces y solo de esa manera gritar, hacerte saber, pedirte que me escuches, cambiar mi destino, pero solo se me ocurre continuar andando, volviendome para rotas las ilusiones comprobar como mis propias lagrimas borran las huellas en la arena que mis pies marcaron para decirte a donde mis pasos van.