Feliz cumpleaños Marta

























Sonrisas desmelenadas, sombras
sin lineas de medida, sin limites
acercate, aquí a mi lado
busca en tus manos
la arena cogida, de tu playa
granos de carne y hueso
cargados de sueños,
ahítos en recuerdos, de tu playa
solitaria, desierta
llenada de tus olvidos
del tiempo que entre cruces
marcó el infinito, mortal,
ajado, donde el deseo linda
con el destino
aquí en tu desierta playa
secos los pies del tiempo
buscado entre pastos húmedos
de arena blanca, adormecidos
los besos por tu abrazo
perdido entre el deseo
de tus cálidos labios





La noche vencida
de tus ojos huye, roja luz
que dejas abandonada al aire frió
vientos coloridos
quizás sean esas brisas
rojas como tu mirada, cargada
del fuego que ahuyentan la pena
del alma
más que una vez, más que un tiempo
más que un color
fue el tono rojo de tus besos
que quise abrazar
temblando, agarrado a mi silencio
envuelto en misterios
de ritmos callados
notas rojas, enrojecidos tonos
diseñan el pentágrama de tu voz
caminando entre sendas
de tierra roja
ardiendo el suelo, por el calor,
de tus pasos, de tus desnudos pies
entre rojos sueños
apasionados gritos
de tonalidades sonoras en
la música de tu mirada


Donde naces tu, flor,
tierno cuerpo formado
de pétalos en llamas,
capricho enlazado
a la tierra por raíces
de prosa y querencia
de verbo nacido del alma
te ofreces a los labios
a los olores del cuerpo
escritos en hojas cultivadas
en tu forma soñada, rosa roja,
flor que miras sin tocar
de miedo llenas el cuerpo
de lágrimas el horizonte
cuando crecen los deseos
rozando de tu boca los aromas
de tu cuerpo, rosa roja, abatida
la desidia sin preguntas,
con caricias, palabras calladas
escritas en la mejilla
allá donde tus pétalos depositan
el amanecer de cada beso
que en inmensa soledad
la tarde ofrece
cuando el sol levanta
sombras de fuego
de tus dorados tonos, roja rosa,
enraizados en mis recuerdos
despiertos con la luz
del aroma, rosa roja, roja rosa





Para ti, para mi, para todos, para nadie





Recordar es andar
encadenado
yo niño juego y a veces
olvido, que alguien
a mi puerta llamó
que alguien así llamado,
Olvido, una vez, aquí
a mi lado caminó.


Aquella mujer, lejana
distinta su voz, cada día
aquella frágil,
desconocida luz de la noche,
mirando los versos, m
si, en aquella olvidada
oscuridad del lecho
entre sombríos encuentros
entre voces de deseo
abrazos al desaliento


Y un día, sin luz
una noche acaba
en letra triste, olvidada
llena de barro
la imagen pisada
entre lluvias, pasos firmes
de engaño tiznadas
las voces que en la calle
aun resuenan


Cuerpo a cuerpo
imagen y seña
haciendo del deseo,
patria y lecho, quemados
como seca hierba
nada importó, todo quedó
marcado con letras de carbón
mientras el alma desanda
el camino y los pasos,
que la falsedad diseño,
entre gritos de placer
cosidos a mi almohada


Añoro el sombrío
tupido bosque de verbo y palabra
las humedades de la lengua
la lluvia, la tierra mojada
duda, esperanza, amor
ahogados en riadas,
de desprecios, ocultos,
entre los pliegues de tu sonrisa


Aquel niño, que jugaba
unas pocas palabras
al vuelo de tu voz encadenadas
lo mejor del recuerdo es olvido
junto a la mar, amar,
aquella sonrisa, que con las olas
se fue, entre estrellas,
indefenso, siempre me pierdo
cuando llega la noche
aquí sentado, en mi reino,
en la arena de mi playa